Cada clase de jazz es única y especial.
Si tu deseo es asistir a mis clases de jazz, te pongo en aviso: cada día son diferentes, nunca te encontrarás con el mismo calentamiento ni los mismos ejercicios.

Cada clase debe ser un acto único, nuevo y creativo. En una clase de Jazz la improvisación del maestro a tiempo real debería ser la ley así como su capacidad para fusionar distintos ritmos y culturas.
Si no es así, NO ES JAZZ.
Durante la hora y media que pasarás conmigo en las clases de jazz:
Te pondré en situación de resolver en el acto.
Nunca oirás música de mala calidad.
Te explicaré cada uno de los estilos musicales trabajados, te desvelaré datos sobre sus intérpretes y aumentaré tu cultura musical.
Te preguntaré al día siguiente.
Te exigiré plena atención y memoria.
El vínculo emocional entre alumnos y profesor produce el milagro.
¿Te interesa la danza jazz? ¿Te interesa la música de jazz?