Tengo una amiga religiosa. Ella me manda cartas emotivas y oraciones.
De su alma blanca surgen palabras inspiradoras.
Transcribo alguno de sus párrafos. Dice así:
Mi querida Coco: PAZ. Ruego a Dios cada día para que te proteja y te bendiga a ti, a tu familia y a tus alumnos. Siempre recuerda que es muy importante para mí tu amistad. Siempre te tengo presente en mis oraciones para que el Señor te proteja y su luz llene cada rincón de tu alma y así ser un reflejo de Él con todos los que te rodean. Madre Conchita.