En cada una de las edades podemos recibir de la danza una influencia benefactora que disciplina el cuerpo, una mayor destreza en todos los oficios, un dominio del temperamento y un sentimiento de belleza en el movimiento humano.
Al perfeccionar la postura corporal podrás corregir los malos hábitos domésticos.
Al estimular la memoria aumentarás tu eficiencia en el trabajo.
Al conseguir un buen entrenamiento físico te convertirás en una persona más viva y emprendedora.
Al crear nuevos reflejos conseguirás más destreza en tu profesión.
Al fortalecer tu sensibilidad artística adquirirás más elegancia.
¿Te atreves a seguirme? Baila conmigo. Te espero en 2025.